Revolución y Contrarrevolución en Bolivia. Las enseñanzas de la Revolución Traicionada de 1952
Para comprender el actual proceso que se vive en Bolivia reproducimos algunas notas que hemos editado en nuestro periódico, El Trabajador durante los años 2006 y 2007 y un texto de Liborio Justo, escrito en 1967.
En su libro (Bolivia, la Revolución Derrotada) Justo explica de qué manera los falsos izquierdistas al frente de la Central Obrera Boliviana y los partidos denominados “trotskistas”, como el P.O.R. de Guillermo Lora (Partido Obrero Revolucionario de Bolivia), hicieron retroceder la revolución triunfante de abril de 1952, entregándole el poder a la burguesía, que estaba totalmente en crisis, y con su ejército y fuerzas policiales totalmente destruídas.
Estas enseñanzas son fundamentales para orientar a los revolucionarios en relación a cómo actuar frente a los acontecimientos que conmueven al país del Altiplano, ya que el actual gobierno (encabezado por el “Movimiento al Socialismo” de Evo Morales) tiene un discurso “izquierdista” similar al que tenía el gobierno de Paz Estenssoro en el año 1952, un lenguaje falso al servicio de engañar a las masas para desviarlas del auténtico camino hacia el gobierno obrero y popular y el Socialismo.
La única manera de que los trabajadores y el pueblo de Bolivia conquisten su liberación nacional y social y aplasten a la reacción oligárquica, liderada por los prefectos del “oriente boliviano”, será rompiendo con estas ideologías populistas, construyendo una alternativa política propia e imponiendo un gobierno obrero y popular que comience a construir el socialismo y luche por una Federación de Estados Socialistas de Latinoamérica.
Liborio Justo (1902-2003), conocido también por sus seudónimos literarios de Quebracho y Lobodón Garra, fue un destacado militante trotskista argentino, hijo del general Agustín P. Justo, quien fuera presidente del país en 1932. En un principio fue miembro del PC, y durante una estadía en Estados Unidos, conoció a los trotskistas y al grupo de Oelher.
Rompió con el stalinismo mediante una "Carta Abierta" publicada en noviembre de 1936 por Claridad. En la recepción de su padre al presidente Roosevelt, levantó su voz de protesta al grito de "Abajo el imperialismo yanqui". Partidario de la IV Internacional, editaba un Boletín de Información que hacía campaña por la unificación de los partidarios de la IV Internacional en la Argentina.
Había organizado una primera conferencia y un primer reagrupamiento el 7 de noviembre de 1937. Algunos años después rompió con la IV Internacional. Fue autor de una extensa obra bibliográfica.
Bolivia, La Revolución Derrotada (extractos)
A partir del 9 de abril los sindicatos de los distritos más importantes tomaron sencillamente en sus manos la solución de los problemas vitales y las autoridades, sino eran destituidas, no tenían más remedio que someterse a sus decisiones.
Son estos sindicatos los que actuaron como órganos de poder obrero y plantearon el problema de la dualidad a las autoridades locales y nacionales. Directores de la vida diaria de las masas, se rodearon de atribuciones legislativas y ejecutivas (poseen fuerza compulsiva para ejecutar sus decisiones) e inclusive llegan a administrar justicia.
La asamblea sindical se convirtió en la suprema ley, en la suprema autoridad. Este fenómeno fue casi general en las minas y se presentó excepcionalmente en los sectores fabriles.
Lamentablemente esta realidad no fue comprendida en todo su alcance por la vanguardia del proletariado y se desperdició una coyuntura favorable para materializar la consigna de la ocupación inmediata de las minas, que habría obligado al proletariado librar la batalla por solucionar la dualidad de poderes a su favor.
“En los primeros meses de la revolución, solamente la C.O.B. contaba con fuerzas armadas, las milicias armadas de obreros y campesinos. El armamento de los trabajadores se inició como milicias sindicales y cuando no existían condiciones para la formación de iguales fuerzas propias del M.N.R.
Los mitines eran imponentes desfiles obreros y campesinos armados. Los obreros descontaban de que las fábricas y las minas debían convertirse en trincheras de la revolución; ellos que en su heroica lucha aprendieron a identificar al ejército y carabineros como instrumentos de represión al ser vicio de la rosca, estaban seguros de que sus milicias debían convertirse en la única fuerza armada.
En la insurrección de abril de 1952, el proletariado de Bolivia, con las armas, conquistó el poder, pero no lo conservó para sí, colocando en el gobierno al M.N.R., aunque organizando al mismo tiempo, la Central Obrera Boliviana (COB ) en la que prácticamente residía aquel poder, con lo que se estableció una dualidad de poderes que hubiera podido definirse a favor de la masa obrera, de haber existido un partido revolucionario que la orientara, y, al no ocurrir así, esa dualidad comenzó a desaparecer, permitiendo al M.N.R. consolidarse en el gobierno e iniciar la contrarrevolución.
Un acontecimiento sin precedentes en el mundo americano, un acontecimiento que supera en proyección sobre la historia y sobre la geografía del nuevo mundo a la misma guerra de la independencia.
EL PROLETARIADO DEL ALTIPLANO, ENCABEZADO POR LOS MINEROS, LAS “RUINAS” DEL IMPERIO DEL TAHUANTINSUYU, LOS MITAYOS, DE LA COLONIA, Y LAS BESTIAS DE CARGA DE LA REPUBLICA, POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA DE NUESTRO CONTINENTE, Y COMO VANGUARDIA DEL PROLETARIADO DE LA AMÉRICA LATINA, SE HABÍAN APODERADO DEL PODER EN BOLIVIA, COLOCÁNDOSE, AL MISMO TIEMPO, IDEOLÓGICAMENTE, A LA VANGUARDIA DEL PROLETARIADO DEL MUNDO!
Esa sí que era la más profunda revolución social en la historia de las tres Américas! Sin embargo, el proletariado boliviano no conservó ese poder para sí, para llevar a cabo la Revolución Proletaria, según lo había establecido la Tesis de Pulacayo, y lo entregó a los jefes del partido pequeño-burgués, que había iniciado el levantamiento, quienes aspiraban simplemente a llegar al gobierno por un nuevo golpe palaciego, en busca de sus limitadas aspiraciones, golpe que se ensanchó, luego, inesperadamente para ellos y contra sus deseos.